Actitudes correctas para enfrentar los procesos: ¿Cómo actuar cuando el caminar se pone difícil?
- Andrea Moreno May
- 12 jun 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 13 jun 2020

Dios en ocasiones usa las dificultades para preparar a Sus hijos. Por eso, es normal que el cristiano en algún momento pase por situaciones difíciles como parte de un proceso planeado por Dios que tendrá como propósito trabajar el carácter y, al mismo tiempo, será el camino para llegar al centro de Su voluntad.
El dilema de los procesos es que aunque sean necesarios, también pueden llegar a ser dolorosos. Produciendo en ocasiones angustia, incertidumbre, miedo, entre otras emociones, impidiendo por momentos ver el actuar de Dios. Son en situaciones así cuando pedimos a Dios para ser librados del dolor y la angustia, pero a pesar de esta petición, el Señor no nos eximirá del proceso, porque Él conoce perfectamente nuestro pasado, presente y futuro, sólo Él sabe los procesos necesarios para nuestra vida.
Es posible que puedas recordar en este instante alguna circunstancia que el Señor ha permitido en tu vida y que sólo con el tiempo pudiste comprender el propósito. También es posible que recuerdes cómo Dios transformó un área de tu carácter y/o gracias a eso algo extraordinario sucedió, aunque nunca imaginaste que algo bueno pudiera salir de esa situación difícil que pasaste.
Hoy estaremos meditando sobre ¿Cuál es la actitud que debe asumir el creyente en medio de un proceso dado por Dios? Para esto, estaremos reflexionando en algunas actitudes de un personaje de la Biblia, este personaje es José.
José fue uno de los doce hijos de Jacob. La Biblia relata que José fue envidiado por sus hermanos por un sueño que Dios le dio y, por causa de eso, fue vendido y llevado a Egipto [Gn 37:28]. Estando en Egipto llegó a tener varios privilegios y, al mismo tiempo, llegó a pasar momentos difíciles. Él fue acusado injustamente y fue encerrado en la cárcel por un tiempo. Pero en medio de todo lo que le sucedía a José, la Biblia menciona que Dios estaba con él y le permitia tener gracia ante algunas personas importantes [Gn 39:21]
“Pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel”. Génesis 39:21(NTV)
Luego del proceso, José empezó a ver los planes y propósitos de Dios cumplirse en su vida. Vemos en la historia de José que halló gracia ante el Faraón y, por esto, llegó a ser la segunda persona con mayor importancia y poder en Egipto, y Dios usó ese lugar de privilegio para bendecirlo y para bendecir a otros. Él fue una persona clave en un tiempo de hambruna, en una crisis que se viviría en ese momento [Gn 41:38-40]. ¿Quién diría que ser vendido y estar en una cárcel sería el camino para que Dios cumpliera Su propósito en José?
“Entonces el faraón les preguntó a sus servidores: ¿Podremos encontrar una persona así, en quien repose el espíritu de Dios? Luego le dijo a José: Puesto que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competente y sabio que tú. Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey”. Génesis 41:38-40
Pero ¿Será que fue fácil para José vivir el proceso? Honestamente podríamos pensar que no, pero a pesar de eso, es interesante ver cómo él asumió todo lo que vivió. Él mostró actitudes que hasta hoy sirven de ejemplo a seguir para enfrentar cualquier proceso. A continuación miraremos tres actitudes dignas de imitar de José.
La primera actitud fue que José reconocía lo que Dios hacia en su vida ante los hombres, dándole la gloria a Dios [Gn 39:2-3]. Podemos ver el cuidado de Dios en José en Egipto y que Su favor estaba con él en medio de todo lo que vivió. Adicional a esto, José reconoció y exaltó a Dios públicamente delante de los hombres. Algo que tenía José claro era quién era Dios en su vida.
En una ocasión, cuando el Faraón buscó a José para interpretar su sueño, él le respondió: “No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón”. Génesis 41:16, admitiendo con esto que el poder venía de Dios y que él era simplemente un siervo del Dios altísimo.
A veces, en medio de los tiempos difíciles, nos cuesta ver el favor de Dios en nuestra vida, mucho más en situaciones hostiles. Es por esto que algunas personas cambian las expresiones de agradecimiento a Dios por queja, llegando en momentos a cuestionar si le importa a Dios lo que está viviendo y/o si Él en verdad está escuchando nuestra oración.
Algo que vemos en la vida de José es que a pesar de los momentos más duros, él siempre reconoció a Dios en su vida. Él sabía que todo lo que era y hacía era por Dios y para Dios. Nunca perdamos la oportunidad de detenernos en medio de cualquier situación para ver a Dios y Su favor en momentos de crisis. Sus procesos jamás nos llevarán donde Su cuidado y presencia no nos alcancen.
Segundo, José siempre se interesó en agradar al Señor en su proceso. Al inicio, cuando José llegó a Egipto, fue comprado por Potifar, un oficial de Faraón. Con el tiempo, Dios permitió que José hallara gracia ante su amo, haciéndolo mayordomo de todo lo que tenía. En una ocasión, estando José en casa con la esposa de su amo, ella le propuso dormir con él, en respuesta José le hizo ver que no quería hacerlo, pues él sabía que pecaría contra su amo y contra Dios [Gn 39:9].
“No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”. Génesis 41:16
José tenía claro sus principios, y ellos no dependían de sus circunstancias. Él sabía que su principal motivación para hacer las cosas bien era Dios, incluso cuando nadie lo veía. Es importante tener la claridad de quienes somos y de lo que Dios espera de nosotros independientemente de lo que estemos pasando; esto nos ayudará a pasar victoriosos cualquier situación en que nuestra obediencia a Dios este siendo amenazada. Es importante tener presente que el enemigo colocará en nuestro camino situaciones para hacernos caer con la intención de obstaculizar los planes de Dios en la vida del cristiano. Es por esta razón, que el hijo de Dios debe vivir en alerta ante cualquier tentación ¡No permitas que tu proceso te lleve a negociar tu integridad!
Tercero, José entendió que todo lo que vivió fue Dios el que lo permitió, él sabía que todo lo que pasó fue el camino para cumplir el propósito de Dios en su vida [Gn 50:20]. Hay momentos en que pasamos por injusticias y la reacción frente a eso es dudar que Dios pueda o no cumplir Sus planes en nuestra vida. Debemos estar seguros que somos hijos de Dios y que Él tiene Sus ojos en Sus hijos, y no hay algo que pueda frenar aquello que Él ha dicho que hará. No existe un plan de maldad que surja en la cabeza de un hombre hacia la vida de un hijo de Dios que salga de Su soberanía y de Su control. Lo que el enemigo no sabe en ocasiones es que está contribuyendo en la construcción de lo que servirá para que el Rey de Reyes cumpla todo lo que ha dicho que hará en tu vida.
También, tener la mirada en el Señor y confiar siempre en Él, ayudará a guardar nuestro corazón de rencor y evitará que en algún momento queramos tomar la justicia por nuestra cuenta con aquellas personas que han hecho mal para nuestra vida. Por el contrario, cuando dejamos en manos de Dios todas las cosas, Él mismo se encargará de poner todo en su lugar y nos dignificará en Su momento [Gn 50:19].
"Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?". Génesis 50:19
José fue quien fue y llegó a donde llegó gracias a su proceso. Querer evitar los procesos es como no tomar el transporte con rumbo a dónde queremos ir. Es posible que hoy agradezcas por algo que has pasado, entendiendo que fue eso lo que Dios usó para formar quien eres actualmente y para llegar donde estas. También es posible que estés actualmente pasando por algún proceso y no esté siendo fácil, pero estos son los momentos en qué debes confiar que Dios está encaminándote en aquello que de antemano ha preparado para ti.
Piensa en esto:
1. ¿Estás tendiendo actitudes correctas en tu proceso? También es bueno prepararse para tener actitudes correctas en medio de lo que vendrá.
2. ¿Quieres evitar algún proceso en tu vida? Cambia la queja por agradecimiento
3. Coloca la mirada en Jesús, Él está al control y es soberano
Autor Andrea Moreno May
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